14 mayo 2016

La plaza del pueblo que perdió la memoria






















Hoy he recordado a un pueblo que tras una guerra civil y 40 años de posguerra aprobó una Constitución y volvió a ser libre. 

Tan libre llegó a ser en solo 29 años que cuando conoció el secuestro y asesinato de un joven concejal a manos de unos mafiosos con objetivos políticos se echó a la calle para gritarles 'ETA, escucha, aquí tienes mi nuca'.













Hoy he evocado aquel pueblo digno y libre que hace 19 años, al conocer aquella profunda verdad, en silencio y a voz en grito, exigió libertad. Y lo he extrañado al conocer la verdad esencial de lo que ocurrió el pasado 21 de abril en el pleno de un ayuntamiento durante la aprobación de la propuesta de cambio de denominación de una plaza de su ciudad: varios concejales no votaron a favor de llamar la plaza como el concejal asesinado.

Añoro aquel pueblo porque este ni grita ¡MEMORIA! a sus políticos ni les exije JUSTICIA para las víctimas. Mi pueblo ya ni siquiera recuerda la razón de su DIGNIDAD cuando reclamó justicia sin cesiones a los asesinos. Y lo que es peor, mi pueblo, nuestro pueblo, vuelve a ignorar la VERDAD que nos hace libres








¿Por qué esa infame ausencia de apoyo en esos concejales?

¿Por qué ese silencio cómplice en el partido que hizo la propuesta y que gobierna el ayuntamiento y nuestro pueblo, el mismo partido en el que militaba el concejal asesinado?

¿Por qué nuestro pueblo cree que esas injustas actuaciones de los concejales de esos cuatro partidos son 'un asunto menor'? 

¿Por qué nuestro pueblo ya no grita digno exigiendo justicia? ¿Por qué acepta injusticias caminando así hacia su perdición?

¿Volverá a conocer la verdad? ¿Quiere conocerla?

¿Será otra vez libre? ¿Quer?