Gregorio Ordóñez Fenollar fue un político vasco afiliado al Partido Popular que ETA, la organización terrorista y nacionalista vasca, asesinó el día 23 de enero de 1995 cuando era diputado del Parlamento vasco y teniente de alcalde del Ayuntamiento de San Sebastián.
Pese al predominio político de los partidos nacionalistas vascos en Guipúzcoa y a pesar del terror de ETA, la candidatura de Alianza Popular encabezada por Ordóñez mejoró progresivamente sus resultados electorales en el País Vasco, continuando posteriormente bajo la denominación de Partido Popular del País Vasco y consiguiendo que, en las elecciones al Parlamento Europeo de junio de 1994, su lista fuera la más votada de San Sebastián.
"Profanar la tumba que guarda los restos de un concejal asesinado por ETA no es 'pisar flores en el cementerio', como banalizaba ayer el diario al que suele enviar ETA sus comunicados. Es una ofensa deliberada a la memoria de una persona, Gregorio Ordóñez, a la que arrebataron la vida por defender sus ideas democráticas con el valor que falta a sus ofensores. Y si éstos son ocho adolescentes de entre 14 y 16 años, ese acto siniestro se convierte en síntoma de una sociedad enferma".
"El aprendizaje atroz derivado del asesinato de Gregorio Ordóñez fue el de que es casi peor, aunque sea menos sentido, el asesinato del que piensa diferente a ti que del que piensa como tú. Es así porque muestra en toda su crudeza la lógica profunda del terrorismo: se trata de eliminar al otro, al distinto, al libre (porque no se somete). Se siente, pues, de una forma diferente: como una humillación personal y colectiva, como un castigo universal al valor de la pluralidad, a esa convicción de que es mucho mejor una sociedad de personas libres y distintas que un rebaño tribal de clones sin cerebro ni sentimientos de humanidad compartida con quien no sea de los suyos".
Carlos Martínez Gorriarán, 23 de enero de 2010.
Ana Iríbar, la viuda de Gregorio Ordóñez, es una referencia ejemplar por su serenidad y su acierto en la pervivencia de la memoria (algunos le llaman "el pasado") y de la dignidad democrática de las víctimas del terrorismo de ETA (algunos le llaman "inmovilismo").
Este vídeo es un fragmento de la intervención de Ana Iríbar el 18/05/2011 en la rueda de prensa posterior al juicio a Juan Ramón Casatorre Aldaz, miembro del comando de ETA que asesinó a Gregorio Ordóñez. Aquí está la declaración completa de Ana Iríbar.
Gregorio Ordoñez fué asesinado por ETA en una sociedad enferma. Su tumba fué pisoteada y ultrajada por ETA en una sociedad enferma. Y hoy, 22 de mayo de 2011, una sociedad enferma hace sitio en sus instituciones democráticas a Bildu/Batasuna/ETA.
Sin embargo Ana, junto con muchos ciudadanos españoles, desde este blog seguiremos contigo exigiendo responsabilidad y coherencia democrática a nuestros representantes políticos e institucionales, porque lamentablemente, su credibilidad y su liderazgo no están a la altura de las circunstancias.
Pero no debemos olvidar que, aunque la responsabilidad y la coherencia democrática de nuestros representantes políticos e institucionales es necesaria para la cura, no es suficiente. Una sociedad enferma, para curarse tiene que ser consciente de su enfermedad, y después, tiene que querer curarse.
(Inicio actualización 26/01/2013)
Solo faltan cuatro meses para que hayan pasado dos años desde que, en las últimas elecciones municipales vascas, nuestra sociedad enferma y nuestros irresponsables e incoherentes representantes políticos e institucionales hicieran sitio hasta ceder la alcaldía de San Sebastián a Juan Carlos Izaguirre, el candidato de Bildu, un representante político e institucional que sigue sin condenar el asesinato de Gregorio Ordóñez, el candidato del PP a esa misma alcaldía que hoy representa el propio Izaguirre, cuando faltaban cuatro meses para las elecciones municipales vascas de 1995.
Y lamentablemente seguimos sin poder destacar, salvo casos excepcionales, ejemplos de responsabilidad y coherencia democrática de nuestros representantes políticos e institucionales.
Y así lo señala Ana Iríbar en la carta abierta publicada esta semana en "El Correo" de la que traigo aquí el fragmento siguiente:
"Nuestros responsables políticos han decidido legitimar el proyecto político de ETA. Han obviado la conmoción que supuso el atentado contra Gregorio Ordóñez. Las voces que clamamos por la libertad de Miguel Ángel Blanco. La indignación que recorrió a todos cuando ETA asesina a Fernando Múgica. Allá ellos. Pero les pido al menos un asomo de honestidad en la construcción del relato. No enreden a los ciudadanos en un apartado vital para nuestra democracia: víctimas y asesinos son una verdad indiscutible, y lo es su significado histórico, lo es la inocencia de las víctimas frente a la culpabilidad de los terroristas. Y son además una mezcla químicamente imposible, socialmente irreconciliable, aberrante. No intenten manipular su significado, borrar la raya roja que los separa, para construir un relato en el que imperan los derechos de todos para ocultar o desdibujar injusticias y crimen organizado, para confundir de nuevo a víctimas y asesinos, a inocentes y culpables, legitimando así la perversa corriente que afirma que son las dos partes de un conflicto. De ser así, se estará escribiendo el relato más injusto de la historia. Y el más infame. Ya no somos niños. Algunos nos hemos hecho mayores de edad y estamos hartos de tanto cuento y tanta fantasía."
Y aunque tampoco nuestra sociedad enferma da muestras significativas de querer curarse, mientras personas como Ana Iríbar, María San Gil, Santiago González, Santiago Abascal y Maite Pagazaurtundúa sigan dando la cara por la Libertad de todos (que es inseparable de la Verdad, la Memoria, la Diginidad y la Justicia con las Víctimas de ETA), podremos mantener la esperanza de que algún día conseguiremos que ETA quede totalmente deslegitimada política y socialmente. Solo entonces el Estado de derecho (y la sociedad) habremos, de verdad, derrotado a ETA.
Recuperemos a Gregorio Ordóñez.
(Fin actualización 26/01/2013)
(Inicio actualización 23/01/2020)
"Para Gregorio hace 25 años, para mí y para muchos ciudadanos, creo hoy en día, (Bildu) no es una formación cualquiera. Es evidente que ver a Arnaldo Otegi no es ver a un político cualquiera. Todos sabemos que tiene un pasado terrorista. Que ha participado en tres atentados terroristas. Entonces,me parece que no es digno de una democracia que admita en sus filas, que siente en su Congreso, en sus ayuntamientos, en sus parlamentos autonómicos, a personas que están vinculadas, además, directamente con atentados terroristas.
Me parece que el discurso político de ETA, al que se enfrentó Gregorio Ordóñez con mucha valentía, porque entonces (le recuerdo) ETA asesinaba casi semanalmente, les hablo de los años 80, me parece que ese discurso político no puede tener cabida en una sociedad y en una democracia que se precien."
Ana Iríbar, en la presentación de #LaVidaPosible
Siempre con Ana Iríbar.
Si nadie en Bildu condena la historia de terror y muerte de ETA. Si el diario en el que ETA publicaba sus comunicados se felicita por un Gobierno de España con Sánchez e Iglesias. Si no es descartable que Otegi sea lehendakari el año que viene con el apoyo del Gobierno de España, entonces tenemos que ser valientes como Gregorio Ordóñez y llamar a las cosas por su nombre. Reconozcámoslo 25 años después de su asesinato: el Estado de Derecho NO ha derrotado a ETA. Ahora no nos matan pero no nos dejan vivir. Por eso, tanto en San Sebastián como en el resto de España, vivimos en una sociedad enferma. Por eso los vascos y el resto de españoles libres y decentes tenemos que abrazarnos a la vida posible.
(Fin actualización 23/01/2020)