05 mayo 2019

Estamos solos. Por España. Por la libertad



"El honor de un hombre no está en manos de los demás; está en nosotros mismos y no en la opinión pública. No se defiende con la espada ni con el escudo, sino con una vida íntegra e intachable."

Jean Jacques Rousseau






Una semana después de las elecciones generales analicé el resultado del partido al que voté, así como su influencia en la situación política de España y no encontré mejor forma de comenzar que con estas palabras de Santiago Abascal

"Es un honor entrar al Congreso de los Diputados y hacerlo en compañía de estos 23 compatriotas valientes que devolverán la voz, la esperanza y la ilusión a 2.700.000 españoles a los que no vamos a defraudar. Por España. Por la libertad."









Ninguna sorpresa con quienes minusvaloraron el resultado de VOX a pesar de que, según el histórico de cotizaciones de Electocracia reflejado en la imagen anterior, el 1 de octubre, siete días antes del acto de Vistalegre, VOX tenía una intención de voto del 1,8 % y que siete meses después el 10,3 % de los españoles con derecho a voto elegimos al partido de Abascal.

No conozco un caso similar de crecimiento de la intención de voto antes de unas generales de casi 10 puntos en siete meses. De todas formas, se trata, evidentemente, de una subida menos importante que la anunciada a bombo y platillo, a diestro y siniestro, en una operación política y mediática tan brutal en lo relativo al señalamiento del 'peligroso partido de extrema derecha', como efectiva en cuanto al resultado obtenido por el PSOE de Pedro Sánchez con sus siete millones de votos

Por tanto, si hasta los periodistas más respetables se tragaron el anzuelo de las falsas expectativas de voto creadas en torno a VOX, en unos casos por ser partidarios y en otros por detractores, imagínense nosotros, los simples ciudadanos.

Por otro lado, también del gráfico anterior llamo su atención sobre las inflexiones que se produjeron en la evolución de la intención de voto al final de la campaña electoral y, en concreto, en la inflexión del PSOE con una ligera bajada, en la de VOX con bajada moderada y en la del PP con una bajada muy significativa. Así mismo, vean cómo ocurre todo lo contrario con Ciudadanos y Unidas Podemos: una moderada subida. Y sólo una cosa más: recuerden que la última semana de campaña se celebraron los dos debates 'a cuatro' en RTVE y Atresmedia con la participación de todos los partidos de la gráfica excepto VOX. 

Bien, ya pueden preguntarse cuál habría sido la evolución de la intención de voto de 'los cinco' si esa semana Abascal hubiera debatido en televisión con Sánchez, Rivera, Casado e Iglesias.









Lo que veo en mis espejos rotos cuando observo el acoso político y mediático a VOX... es a UPyD, el partido al que voté entre 2008 y 2016, hoy prácticamente disuelto ("tendremos que hacer que se disuelvan"). 

Y como muestra, el botón del veto a Andrés Herzog, el portavoz de UPyD, un partido que tenía cinco diputados en la campaña electoral de las generales de 2015, al que no permitieron participar en el debate electoral de Antena 3. Un debate en el que, sin embargo, sí pudieron participar Rivera e Iglesias como líderes de dos partidos que aún no tenían representación parlamentaria. 

En resumen, que pese a no disponer de representación parlamentaria Cs y Podemos han participado en decisivos debates previos a elecciones generalesmientras que UPyD y VOX han sido vetados en esos mismos debates teniendo dicha representación.

Fue precisamente en pleno acoso a UPyD, un mes antes de las elecciones andaluzas que hicieron de prólogo a las autonómicas y municipales de mayo y a las generales de diciembre de 2015, cuando escribí una entrada en mi blog que Rosa Díez difundió a través de su cuenta de Facebook. El título del artículo lo tomé de una de esas frases que iluminan días oscuros como los que se nos avecinan en España. Una de esas citas con poder propias de Winston Churchil. El contexto histórico en el que el mítico líder inglés pronunció esas bizarras palabras, es descrito así por Elías Cohen

"Mientras Neville Chamberlain y el Partido Conservador abogaban por la política de apaciguamiento ante Hitler, Churchill levantaba su voz y sus protestas en la Cámara de los Comunes, arropadas por la risa y la burla de muchos diputados ingenuos y más jóvenes. En palabras del historiador Marc Ferro, en los círculos políticos Churchill era un 'has been', un hombre acabado. Empero, su mejor momento, en el cual todos le necesitábamos -los de entonces, los de ahora y los que vendrán- estaba por llegar. 

Cuando Chamberlain volvió orgulloso de Munich en septiembre de 1938, entre aplausos y júbilo por la paz de nuestro tiempo, Churchill le espetó una de sus frases más recordadas: 

“Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra... elegisteis el deshonor y tendréis la guerra” 

Efectivamente, escarmentados Chamberlain, Daladier y todos los demás líderes europeos que no se alinearon con el Eje, el turno de Churchill era ya inexorable. Cuando caen Dinamarca y Noruega bajo el poderoso ejército nazi, Chamberlain dimite y el Rey Jorge VI le pide a Churchill -por indicación y consejo del mismo Chamberlain- que forme gobierno. Tenía 66 años. Esa noche del 11 de mayo de 1940, Churchill tuvo “la sensación de estar caminando con el destino, y que toda mi vida pasada había sido una preparación para esa hora y esa prueba”. En la primera reunión de gabinete le dijo a sus ministros: 

“Señores, estamos solos. Por mi parte, encuentro la situación extremadamente estimulante.”



Vivíamos tiempos más difíciles todavía cuatro años después. Rosa Díez seguía manteniendo la misma postura clara y firme frente a los enemigos de España y de la libertad aunque, lamentablemente, fuera ya de la primera línea política. Los totalitarios (comunistas, separatistas y herederos de ETA), así como sus eventuales aliados del PSOE, son más poderosos que antes y, pese ello, esa firmeza tan necesaria para hacerles frente sigue escaseando entre los líderes políticos constitucionalistas. Entonces la excepción era Rosa Díez. Hoy es Santiago Abascal. 

Así que, salvando las distancias históricas y políticas entre aquel período de la Inglaterra de 1940 que protagonizó Churchil con su partido y la situación actual de España, igual que el veterano líder político inglés se opuso, firmemente y en todo momento, a las políticas de apaciguamiento con los enemigos de Inglaterra, el joven presidente de VOX lidera la oposición real a los enemigos de España desde que en Vistalegre dijo

"Los sambenitos y los insultos de Pablo Iglesias, de Pedro Sánchez y de Quim Torra nos los ponemos como medallas en el pecho."











Ocho meses después los sambenitos y los insultos a VOX ya no provienen sólo del PSOE y de los totalitarios (comunistas, golpistas y herederos de ETA). Lamentablemente, se han sumado el PP y Cs. Y lo han hecho dos meses después de la foto de Colón durante aquel acto de protesta contra las cesiones del gobierno de Sánchez a los golpistas de la Generalidad de Cataluña en el que los tres partidos convocantes acordaron la lectura de un manifiesto que, entre otras cosas, afirma: 

"Por respeto a todas las generaciones de españoles que han hecho posible nuestra democracia, por respeto a la legalidad y por el compromiso firme de seguir construyendo, como hicieron otros antes que nosotros, un país en libertad, nos encontramos hoy aquí, en esta Plaza de Colón. En esta plaza no sólo estamos los presentes, también todos aquellos españoles que, no habiendo podido venir, quieren como nosotros una España constitucional, unida y en libertad.

Nosotros, los reunidos en esta Plaza, compartimos, y por compartirlo representamos, el hartazgo de la inmensa mayoría de los españoles ante la deriva suicida del Gobierno de Pedro Sánchez y afirmamos, una vez más y todas las veces que haga falta, nuestro compromiso con la unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles; patria de todos, en la que a nadie se discrimina por cómo piense o a quién vote."


La realidad es que pese a que VOX apoya con sus votos el gobierno de PP y Cs en Andalucía, sus líderes nacionales, Casado y Rivera, no pusieron ningún inconveniente para participar en dos debates decisivos para las generales en los que se discriminó a Abascal, el líder de VOX, ese partido que esos cuatro líderes políticos intentan estigmatizar llamándolo 'extrema derecha'.

Y la realidad es también que la discriminación y la estigmatización de un partido calificado como conservador por Carlos Martínez Gorriarán, alguien tan poco sospechoso de ser ultraderechista, tiene consecuencias.

Por eso nunca me cansaré de recordar cómo en 'Los orígenes del totalitarismo' Hannah Arendt señala el sufrimiento en un número creciente de personas debido a la falta de aplicación de la ley como indicador relevante de la situación existente en la Europa de entreguerras antes de que emergieran los gobiernos totalitarios de Hitler y Stalin:

"Antes de que la política totalitaria atacara conscientemente y destruyera parcialmente la auténtica estructura de la civilización europea, la explosión de 1914 y sus graves consecuencias habían conmovido suficientemente la fachada del sistema político de Europa hasta dejar al descubierto su oculto entramado. Tales exposiciones visibles eran los sufrimientos de más y más grupos de personas para quienes de repente dejaron de aplicarse las normas del mundo que les rodeaba."













Desconozco cómo van a responder Casado y Rivera la semana próxima ante una ronda de consultas a la que les ha convocado Sánchez como presidente del gobierno en funciones que incumple lo contemplado en el artículo 99.1 de la Constitución y que discrimina a VOX no convocándolo, al tiempo que desde el PSOE tratan de evitar al partido de Abascal en los puestos de órganos de representación institucional.

Lo que sí sé es cómo 'responden' los partidos y medios mayoritarios a quienes no asumen el 'consenso oficial'. Porque lo he visto con UPyD

























20 meses después de la multitudinaria concentración de Colón contra las cesiones de Pedro Sánchez a los separatistas catalanes, Santiago Abascal presentó la moción de censura contra Pedro Sánchez y en su discurso inicial afirmó:

"VOX quiere que el Estado-Nación, que España, vuelva a ser la garante de la libertad y de la prosperidad de los ciudadanos"


Pablo Casado, en su discurso de la moción de censura de Abascal a Sánchez, tres meses después del editorial 'Viaje al centro' del diario El País, confirmó la posición adelantada por el Secretario General de su partido el mismo día en el que el líder de VOX anunció la moción de censura y proclamó su voto en contra, atacando personalmente a Abascal, tal y como se refleja en la imagen anterior con el que en esos días fue lema del PP #SíaEspañaNoaVox. Una imagen que también incluye la respuesta de Abascal a Casado garantizando, pese a esos ataques ad hóminem, la continuidad de los pactos de gobierno con PP y Cs en Murcia, Andalucía y Madrid.  

Este fin de semana anterior al de las elecciones catalanas Santiago Abascal, el líder de VOX, Ignacio Garriga, el candidato de VOX a la Generalidad de Cataluña, Macarena Olona y Javier Ortega Smith, diputados de VOX, así como decenas de miembros y simpatizantes del partido que asistían a los actos electorales convocados han sido atacados por violentos separatistas totalitarios mientras los pocos efectivos de los mossos d'esquadra enviados los protegieron con escasa fortuna y los escasos medios de comunicación que informaron de los ataques los manipularon o los minimizaron.  

Lo que veo como español comprometido con la democracia es que mientras unos la atacan y otros dicen protegerla, sólo los valientes de verdad la defienden. Porque los débiles no pueden, los temerosos no se atreven y los valientes de VOX, independientemente de los resultados del día 14, ya han ganado en Cataluña porque los catalanes saben que ellos no se van a ir de allí y porque como hace casi dos años, lo han vuelto a hacer. Esta vez en las calles catalanas. Y muy pronto los catalanes escucharán a Garriga en el parlamento catalán decir, como ya dijo Abascal, que "todos los debates vuelven a estar encima de la mesa y nunca más van a poder meterlos dentro del armario"






Dos semanas antes de las elecciones andaluzas, Abascal vuelve a Sevilla y a la calle del banco y del megáfono en 2015










Lo que veo es que hay partidos que son instrumentos políticos, no "instrumentos para políticos". Partidos que sirven a ideas, no a intereses de las élites. Fue el caso de UPyD. Es el caso de VOX. Por eso son partidos molestos que molestaron, molestan y molestarán a esas élites.

Así mismo, hay patriotas que defienden ideas, no intereses. Por eso también estorban a los que mueven los hilos desde "los despachos de las altas torres" que dijo Rosa Díez o desde "grandes potencias, grupos hegemónicos, o grandes lobistas del globalismo" como dice Santiago Abascal. 

Finalmente, hay ciudadanos, no súbditos, buscando partidos con ideas, no con intereses, que cuando votamos libremente nos volvemos insoportables para las élites globalistas

Así que, como ciudadano que quiere seguir viviendo en una nación de libres e iguales ante la ley, de la misma forma que hace tres años me permití dirigirme a los 24 diputados electos de VOX y el año pasado a los 52, hoy me vuelvo a dirigir a los diputados de VOX para pedirles de nuevo que mantengan intacto el honor porque, no lo olviden, estamos solos. Por España. Por la libertad.





NOTAS: 

28/09/2020 Se incluye el cambio de la foto inicial de los 24 por los 52 de VOX, así como dos tuits de Abascal y uno de VOX. 

07/02/2021 Se incluyen seis tuits míos, tres de Garriga, Abascal y VOX y una cita de Arendt sobre una imagen de Abascal. 

24/09/2022 Se incluyen tres imágenes de Olona y Abascal, tres tuits (de Olona, de VOX y mío), así como la modificación del párrafo final.

30/12/2023 Se cambia la foto inicial de los 52 de VOX por la de Santiago Abascal en Cataluña y se incluyen, antes del párrafo final, tres tuits publicados por mí ayer y hoy.