25 marzo 2020

Son ellos


























Se lo dijo el General de la UME a los extremeños devastados por las bofetadas de la naturaleza: 

"No os preocupéis, porque cuando creáis que no os queda nada, siempre tendréis a la UME"


A la UME, a la Legión, la BRILAT, a la BRIAC, a la BRIPAC, a la Infantería de Marina, a los intendentes de la PCAMI, a los médicos y soldados de la BRISAN, a los MOE, a los Infantes, a los Caballeros, a los Artilleros, a los Ingenieros, a los Marinos, a los Aviadores, y a todos los que componen ese milagroso conjunto de españoles vocacionalmente dedicados a distribuir el bien sin pensar en compensaciones económicas. Son ellos, todos ellos, de Tierra, de Mar y de Aire, entregados a la defensa y el bienestar de sus compatriotas.

Son ellos, de una casta diferente. Casta huida de las ambiciones personales, los enriquecimientos, las ambiciones y los elogios. La Casta de verdad, la de los españoles que renuncian al oro para darnos el oro de la lealtad, el sacrificio y la abnegación. Oro macho en los soldados, oro mujer en las soldados. Cada año, mayor mengua en presupuestos, y mayor entrega, trabajo y sacrificio para suplir la disminución de sus posibilidades en beneficio de subvenciones a chiringuitos, talleres de masturbación, producciones de un cine que no sirve para nada, golfos de la gorronería, y toda suerte de generosidades con quienes convierten en asco de estercolero el esfuerzo impositivo de los españoles. 

Los medios audiovisuales han invertido más tiempo en recrear una cacerolada comunista contra el Rey –peronismo y boliviarianismo-, que en elogiar la insuperable ayuda de las Fuerzas Armadas en un episodio tan trágico como el que transcurrimos. Y no dedico mi elogio a la ministra de Defensa, Margarita Robles, del antiguo PSOE, por no perjudicarla, porque entre ella y la ministra Calviño se compenetra la eficacia y honorabilidad de este Gobierno de España entregado al comunismo del socio principal y la infecciosa novia del socio principal, responsables de muchas muertes por la imposición de unas manifestaciones de lelas entregadas a la demagogia menos presentable. Así de claro.

Son ellos. Ya desplegados por toda España. Se ocupan de los ancianos, les llevan víveres, levantan hospitales y campamentos y no pierden ni un minuto de concentración ni la oportunidad de animar a los que sufren con una sonrisa. No pierden el tiempo en discursos ni mentiras. Para un militar, la mentira es una mancha en su uniforme. Si Sánchez vistiera un uniforme militar, de Tierra, de Mar o de Aire, tendría que llevarlo todos los días a la tintorería para que lo limpiaran de lamparones y adherencias indeseables. Sucede que los militares no están para medir de la mentira y la indignidad del Gobierno. Se limitan a cumplir con su deber y trabajar por sus compatriotas sin mostrar desprecios ni rencores. Por eso, son ellos la buena Casta. La otra la rechazan sin necesidad de reconocerlo.

Ya han fallecido guardias civiles, y ya, muchos militares siguen trabajando a sabiendas de que se contagiarán en los próximos días. Muchos de ellos han sobrevivido a peligrosas misiones en el exterior, y saben tratar con naturalidad la cercanía de la muerte. Cuando todo termine, ellos volverán a sus unidades orgullosos de su espíritu, como si no hubieran hecho nada. Retomarán su día a día, su instrucción, la dureza de sus entrenamientos, la búsqueda de la excelencia en sus deberes, y renovarán su promesa de servir hasta el agotamiento y la muerte a los españoles, incluidos los que les insultan, minimizan y rechazan. 

No dudarían en arriesgar su vida por salvar la del concejal de la CUP que desea toser en sus rostros para contagiarlos. Dicen los periodistas a sueldo de sus empresas y el poder político que "los militares han tomado las calles de las ciudades y pueblos del país", siempre regateando el uso de las tres sílabas que conforman la palabra más bonita de nuestro idioma, España. 

Los militares no han tomado ninguna calle, han salido de sus unidades, brigadas y cuarteles cumpliendo una orden. Y lo han hecho sin tomar nada, sino ocupando las calles de las ciudades y de los pueblos que les pertenecen en igual medida que al resto de los españoles. No para infectarlas, como las feminazis de Irene Montero, sino para hacerlas respirables, sanas y tranquilas. Los gobernantes infectan y los militares se juegan la vida para desinfectar lo que han podrido los gobernantes. Ellos, desde su decencia, conforman la Casta de los mejores. Sin pretenderlo, nos dan la lección de la ejemplaridad cívica. No van a encontrar excesivos elogios entre los comunicadores destruidos por su sesgo y su desvergüenza. Porque están destruidos, por millonarios que sean, lo saben y aprovechan los últimos días de su infectado prestigio. Ellos, los militares, jamás les afearán su conducta. Trabajan, enferman y mueren con la generosidad seca del deber cumplido. Con ellos se mantiene la esperanza en España. Por su patriotismo orgulloso. Libres de la ambición económica y sujetos a la grandeza de su constante servicio. Del más alto General o Almirante al último soldado recién incorporado: Siempre gracias, y siempre a vuestras órdenes. A las de todos. Por ellos.


Alfonso Ussía





¡¡¡Viva la libertad!!! ¡¡¡Viva España!!!







22 marzo 2020

La pandemia y el interés general




"La Administración Pública sirve con objetividad los intereses generales y actúa de acuerdo con los principios de eficacia, jerarquía, descentralización, desconcentración y coordinación, con sometimiento pleno a la ley y al Derecho."  Art. 103.1 CE





Si en esta terrible pandemia que sufrimos en España hay algo que están demostrando los sanitarios que se juegan la vida para atender a los infectados es trabajar por el interés general. Entre esos profesionales ejemplares nos encontramos a Virginia, médico del hospital de Alcázar de San Juan

Pues bien, interés general es lo que alega el gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en la Resolución de 20 de marzo del ministerio de Justicia por la que se acuerda "la reanudación del procedimiento para solicitar y conceder la Gracia del Indulto" una semana después de suspenderlo al decretar el estado de alarma. 

En concreto, dicha Resolución, publicada ayer en el BOE, resuelve "reanudar por razones de interés general todos los procedimientos para solicitar y conceder la gracia del indulto que estuvieran en tramitación con fecha 14 de marzo de 2020 o que se hayan iniciado o vayan a iniciarse con posterioridad a dicha fecha."

















No obstante, siendo muy grave esa demostración de la voluntad inequívoca del gobierno de España de indultar a golpistas condenados, lo más grave de todo es que la Junta de Portavoces del Congreso, reunida de urgencia el pasado día 12, con la presencia física de un solo miembro en la sala por recomendación interna sanitaria, ha suspendido todas las actividades en el Congreso de los diputados en contra de lo contemplado en el artículo 116.5 de la Constitución española, así como también contraviniendo el artículo primero, apartado cuarto, de la Ley Orgánica 4/1981 de los estados de alarma, excepción y sitio: 

"La declaración de los estados de alarma, excepción y sitio no interrumpe el normal funcionamiento de los poderes constitucionales del Estado."


Dos días después, el 14 de marzo, en un Consejo de Ministros extraordinario, fue aprobado el estado de alarma, que entró en vigor al día siguiente, con una duración de 15 días, es decir, hasta el 29 de marzo.









Cinco días después, el 18 de marzo, el gobierno aprovechó el decreto ley de medidas urgentes destinadas a hacer frente al impacto social y económico del coronavirus para blindar la presencia del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, en la comisión que controla los servicios secretos.












Hoy, en una comparecencia tras la reunión mantenida con los presidentes autonómicos, Sánchez ha extendido el estado de alarma hasta el 11 de abril y ha dicho que, como esta ampliación requiere de su aprobación en el Congreso de los diputados, espera contar con los apoyos del conjunto de fuerzas políticas, apelando a su responsabilidad por la situación de emergencia nacional provocada por la pandemia. Y ha señalado que su función es "coordinar las administraciones públicas, no suplantarlas, evitando cualquier pérdida de tiempo."

Así mismo, al contrario que en la videoconferencia del domingo en la que Torra acusó a Sánchez de confiscar competencias de Cataluña, en esta ocasión, al día siguiente de la publicación de la resolución sobre el indulto a los golpistas condenados, el MHP ha asegurado que el tono de la reunión ha sido constructivo y que no ha habido reproches: "No es momento, tenemos que ir todos juntos."

Así entienden Sánchez e Iglesias el interés general. Así le apoyan Casado y Arrimadas. 








Afortunadamente, ante esta gravísima situación, en la oposición parlamentaria alguien sirve con objetividad y sometimiento pleno a la Ley y al Derecho a los intereses generales. Es Macarena Olona, abogado del Estado y secretaria general y portavoz adjunto del grupo parlamentario Vox en el Congreso de los Diputados, que la ha denunciado en un artículo:

"En un momento histórico en que los derechos y libertades de los españoles se han visto gravemente limitados, en que el Ejecutivo atesora poderes extraordinarios, y en que nos jugamos la vida, en este momento, precisamente, es cuando deberían ser más sólidos los controles propios de nuestro Estado de Derecho. Pero los han derribado. Había un plan. Se ha ido ejecutando. Y el cambio de Régimen se consumó el pasado 19 de marzo. Los 52 Diputados de Vox en el Congreso vamos a recurrir la mordaza impuesta al Congreso ante el Tribunal Constitucional. Y pediremos la suspensión cautelar. Está en juego nuestra Democracia."











"Hay un vínculo profundo e histórico entre totalitarismo y epidemia. A lo largo de los siglos XX y XXI, es posible documentar los múltiples modos en que los regímenes totalitarios han usado las epidemias: o las han provocado, o las han inventado para fines propagandísticos, o las han ocultado (como ya se ha comprobado en la tragedia planetaria que está causando el coronavirus), o las han utilizado para mantener su aplastante dominio sobre sociedades y personas."


Del artículo 'Totalitarismo y epidemia' escrito por Miguel H. Otero, presidente editor del diario El Nacional.











Y mientras avanza la pandemia, ayer, el mismo día que, por un falso interés general, el gobierno de Sánchez e Iglesias registró en el BOE su inequívoca voluntad de indultar a los golpistas condenados, al acabar su jornada laboral, Jorge, médico en una UCI de Madrid, por un verdadero interés general, estalló

“Nadie se hace una idea de la desolación de todo esto: gente que muere sola y gente que se entera por teléfono de que alguien a quien quiere ha muerto. Y ni lo ha visto ni lo volverá a ver.”


Y, finalmente, mientras escribo sobre la pandemia y el interés general, estalla una cifra que muy pronto se quedará muy corta: 1.720





(Inicio actualización 26/03/2020)














Anoche, en un Congreso con sólo 43 diputados, los partidos de un gobierno que miente y manipula y los de una oposición que le critica y le apoya ratificaron hasta el 12 de abril la prórroga del estado de alarma aprobado el pasado día 14. Se abstuvieron tres partidos separatistas que facilitaron la investidura de Pedro Sánchez, el presidente de gobierno de la Nación que quieren ver rota y roja

Esta mañana, mientras escribo la presente actualización, estalla otra cifra que mucho me temo que también se quedará muy corta4.000








Esta tarde, mientras leía esta noticia he pensado hacer una valoración sobre cómo sirve el gobierno al interés general en plena pandemia. Pero al final he desistido porque mucho me temo que también se quedará muy corta.





(Fin actualización 26/03/2020)


(Inicio actualización 29/03/2020)





Sí, interés general. En esta terrible pandemia que sufrimos en España hay algo que están demostrando los sanitarios: se juegan la vida para atender a los infectados. Entre esos profesionales ejemplares estaba Sara, la médico de familia del Centro de salud de Mota del Cuervo que falleció ayer a la edad de 28 años en el hospital de Alcázar de San Juan.

















Me pregunto de qué habla realmente hoy el vicepresidente segundo del gobierno de España y ministro de Derechos Sociales cuando se refiere al interés general.





(Fin actualización 29/03/2020)








21 marzo 2020

Y la gente se quedó en casa


































Y la gente se quedó en casa. Y leyó libros. Y escuchó. Y descansó. Y se ejercitó.  E hizo arte. Y jugó. Y aprendió nuevas formas de ser. Y se detuvo. Y escuchó más profundamente. 

Alguno meditaba. Alguno rezaba. Alguno bailaba. Alguno se encontró con su propia sombra. Y la gente empezó a pensar de forma diferente.

Y la gente se curó. Y en ausencia de personas que viven de manera ignorante, peligrosa, sin sentido y sin corazón, incluso la tierra comenzó a sanar.

Y cuando el peligro terminó y la gente se encontró de nuevo, lloraron sus pérdidas. Y tomaron nuevas decisiones. Y soñaron nuevas visiones. Y crearon nuevas formas de vida. Y sanaron la tierra completamente, tal y como ellos fueron curados.


Kitty O'Meara




Kitty O'Meara es una profesora jubilada que vive en Madison, Winsconsin (USA).


Gracias, Kitty O'Meara, por su inspiración en estos tiempos de pandemia.









08 marzo 2020

Las dos Españas me han helado el corazón





















Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.


'Españolito' es un poema de Antonio Machado perteneciente a su obra «Proverbios y cantares» (Campos de Castilla) publicado en 1912.


Lo he recordado porque, no una, las dos Españas me han helado el corazón. 

Y es que hace pocas horas la Región de Murcia ha dejado de ser uno de los dos últimos territorios de España (junto con Ceuta y Melilla) en los que aún no se había dado un caso de coronavirus. 

En efecto, se ha sabido a primera hora de un domingo tan singular como hoy, el día internacional de la mujer, que, precisamente, una mujer de 27 años que la semana pasada visitó la feria de arte contemporáneo de ARCO en Madrid está infectada por coronavirus.

Ha sido como una ráfaga de viento del norte en enero.





 










La noticia de la mujer infectada en Murcia por el coronavirus me ha dejado helado porque vivo en esa ciudad, porque se infectó la semana pasada en un viaje a Madrid, porque se ha conocido durante los preparativos de las manifestaciones de hoy y porque hasta el último momento he mantenido la esperanza de que VOX, el partido al que he votado desde el año pasado, cancelara el acto que ha celebrado hoy en Vistalegre (Madrid). 

Pero la realidad es la que es y, pese a que se disponía de datos que confirmaban que España se había convertido ya en una zona de riesgo para el coronavirus, el presidente del gobierno y los líderes de los dos principales partidos de la oposición han mantenido las convocatorias de sus votantes y simpatizantes a actos públicos con un evidente riesgo de contagio para esas personas y, lo que es peor, promoviendo unas condiciones que pueden haber ayudado al incremento de la velocidad de propagación de la epidemia. Algo que, a su vez, podría provocar en pocas semanas un crecimiento exponencial del número de infectados y, por ende, hacer colapsar nuestros hospitales aumentando, también exponencialmente, las muertes por falta de una adecuada atención sanitaria.

Lean el tuit anterior de Pascual Piñera Salmerón, el Jefe de Urgencias del Hospital General Universitario Reina Sofia en Murcia y Vicepresidente Segundo de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencia.

Hoy no esperaba nada de Sánchez, el que gobierna con totalitarios que utilizan el feminismo para dominar la sociedad. Vean en la imagen anterior las lamentables declaraciones realizadas ayer por Fernando Simón, el Director del Centro de Emergencias y Alertas Sanitarias. 

Tampoco esperaba nada de Casado "el moderado". 

Pero Abascal... manteniendo ese acto ha demostrado pensar más en su partido que en los españoles. Por tanto, ha perdido mi confianza para liderar España o la oposición. 

Así que cuídense, protejan a los suyos y que Dios reparta suerte estos próximos meses de coronavirus.