"¡Dios mío líbrame de mis amigos! De los enemigos ya me encargo yo"
Voltaire
Nunca olvidaré la expresión de mi madre (que en paz descanse) cuando le pregunté si había escuchado a Rajoy tras "el cese definitivo de ETA" .
Ella dejó de ser votante del PP después de escucharle decir aquello de que "este anuncio se ha producido sin ningún tipo de concesión política".
Por suerte o por desgracia, al igual que millones de votantes, la pobre se quedó sin saber que aquel discurso no le disgustó a ETA:
"Es verdad que esa reacción rompe con el discurso negativo, agresivo y sin sentido de hasta ahora. Ante esta coyuntura histórica, quien tiene muchas posibilidades de ser presidente de España debe actuar con responsabilidad, y es de suponer que Rajoy lo ha entendido así."
"Queridos amigos:
Acabo de comunicar al Jefe de la Casa Real vuestra decisión y le he transmitido nuestra lealtad a la Constitución y al Rey Felipe VI.
Tenemos muy claro que este partido es una de las columnas vertebrales del sistema democrático español y, por tanto, tenemos que estar a la altura de las circunstancias en momentos recios para nuestra nación.
Dije el primer día que si ganaba nadie perdía. Hoy nadie ha perdido, sólo ha ganado el Partido Popular.
Gracias, querido presidente Rajoy. Yo te voy a seguir llamando presidente, porque te debemos mucho por tus cuatro décadas de extraordinaria labor de servicio público a todos los españoles.
Va a ser muy difícil estar a tu altura, pero permíteme una indiscreción de una llamada que tuvimos ayer, en la que, entre bromas, nos emplazábamos a vernos en Santa Pola. Yo siempre digo que España ha perdido un grandísimo presidente del Gobierno, pero Santa Pola, que es la tierra casi de mi mujer, ha tenido la gran suerte de poderlo compartir un poco.
Pero como decíamos ayer, como me decías, «aquí tienes un amigo», lo cual a mí me enorgullece que me diga eso el presidente Rajoy. Y yo lo que digo es que te seguimos necesitando muy cerca."
Mi madre ya no volverá a sufrir otra gran decepción como aquella con el actual líder del PP. Pero a millones de votantes, a algunas personas que nunca le habían votado y a algunas otras que esperábamos contar con él para defender la democracia, Casado nos ha engañado.
Nunca he votado al Partido Popular. Quizás por ello no había reparado en el discurso que realizó "el líder popular" en 2018 tras su victoria en el congreso del PP y, en concreto, en las palabras que dedicó a su predecesor en el cargo, las cuales pueden leer tras la foto anterior del abrazo, inmediatamente posterior a ese discurso, entre Casado y Rajoy.
A Rajoy, el mismo que dos meses después de llegar a la presidencia del gobierno de España no solo se negó a cumplir con su programa electoral en el capítulo de "la derrota de ETA" ("Impulsaremos la aplicación de la ley de partidos, y de la ley electoral a las organizaciones políticas vinculadas a ETA") votando en contra de la moción de UPyD para ilegalizar Bildu, sino que, además, de manera totalmente innecesaria (los 'populares' tenían mayoría absoluta en el Congreso de los diputados), firmó con el PSOE, PNV y CiU un 'pacto de Estado' para gestionar "el fin de ETA" que en el punto 1 dice:
"El anuncio del cese definitivo de la actividad terrorista de ETA (...) constituye la mejor evidencia de la victoria de la democracia sobre la organización terrorista ETA."
Lo cierto es que tras escuchar las declaraciones realizadas por Casado hoy, día de la Constitución, sobre "las víctimas del terrorismo" y "los herederos de Batasuna", he recordado lo señalado anteriormente (Casado también votó en contra de la moción de Rosa Díez para ilegalizar el partido de Otegi) y he comprobado que le está haciendo mella "la neolengua de Sánchez" porque también omite en sus discursos la palabra "ETA".
Así que tras escuchar lo de "esos catalanes que están preocupados por ver cómo los independentistas también son claves en las políticas que lleva a cabo el gobierno de Pedro Sánchez" recordé el acto al que asistí el 8 de noviembre de 2014 en el que, convocados por Libres e Iguales, unas decenas de ciudadanos apoyamos el manifiesto "Sí me importa el 9-N" que exigía al gobierno de España (Rajoy gobernaba con mayoría absoluta del PP en el Congreso de los diputados) "que defienda con firmeza nuestra ciudadanía común".
Los líderes de la Generalitat han pretendido liquidar los derechos de los españoles con la violación de la ley. Son los responsables pic.twitter.com/hrHbKw1iNU
— Mariano Rajoy Brey (@marianorajoy) October 1, 2017
Siempre he ofrecido diálogo dentro de la ley y la democracia. Mañana debemos comenzar el restablecimiento de la normalidad institucional pic.twitter.com/Tf5P2lVaJH
— Mariano Rajoy Brey (@marianorajoy) October 1, 2017
La firmeza con la que el gobierno de Rajoy defendió la ciudadanía común de los catalanes con el resto de los españoles se puede resumir, por un lado, en la declaración realizada hace siete años en la que afirmó que no se iba a celebrar el primer referéndum de autodeterminación de permitió en Cataluña y, por otro lado, en los dos tuits publicados el día del segundo referéndum ilegal de autodeterminación que permitió en Cataluña. Él, la misma persona a la que Casado seguirá llamando presidente "por su extraordinaria labor de servicio público a todos los españoles".
Así que, seis años después, gracias en parte a "la extraordinaria labor de servicio público" del PP, he tenido que asistir a otro acto, también en la plaza del ayuntamiento de Murcia, esta vez convocado por VOX, en el que varios centenares de ciudadanos hemos apoyado el manifiesto "6 de diciembre. En defensa de la legalidad constitucional" que comienza así:
"Nos encontramos en un momento histórico en el que, quienes tienen el deber de proteger la Constitución y la unidad de España, se han convertido en sus principales enemigos. Unos enemigos que pretenden destruir la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo, valores que sostienen la Nación, para sustituirlos por el totalitarismo, la división y el pensamiento único."
Y esa es la cuestión. Somos menos libres y menos iguales ante la ley porque votamos a líderes políticos como Rajoy que no están de nuestro lado. Pero al igual que Rajoy ocultó sus acuerdos con Zapatero y con los separatistas catalanes, Casado oculta que la renovación del Consejo de gobierno de los jueces lo ha pactado con Sánchez, el principal enemigo de la Constitución y de la Nación, quien, con la Justicia cada vez más sometida a su voluntad, tendrá menos control judicial para seguir gobernando y pactando con totalitarios (comunistas como Iglesias, golpistas como Junqueras y terroristas como Otegi) hasta terminar de convertirnos en súbditos a los ciudadanos españoles.
Y esta es la cuestión. Casado el moderado tampoco está de nuestro lado.