26 noviembre 2019

Hasta que seamos más fuertes o mejores



















"Cuando no somos capaces de cambiar una situación, nos enfrentamos al reto de cambiar nosotros mismos" 

Víktor Frankl




Los españoles vivíamos nuestras vidas a una cierta distancia de la política hasta que una mañana de marzo de 2004, a tres días de unas elecciones generales, 192 personas murieron asesinadas en unos trenes. 

Y entonces la política se nos acercó tanto, el 11M fue un atentado terrorista extremadamente cruel pero no por ello dejó de ser un acto político, que en sólo tres días 1,5 M cambiamos de opinión y votamos al partido de la oposición al mismo tiempo que más de 1,1 M que íbamos a votar al partido del gobierno, no lo hicimos. Así que, en total, más de 2,5 M españoles elegimos un nuevo destinatario de nuestro voto de forma que finalmente 'la oposición' ganó las elecciones después de aquella masacre crucial.

Sí, crucial. Aquel acto terrorista fue crucial no sólo porque tres días después elegimos a un presidente que llegó a un acuerdo con asesinos totalitarios que habían matado a más de 850 personas (829 desde la muerte de Franco), sino porque dos legislaturas después designamos a otro que asumió dicho acuerdo. 










20 años después nos dicen que el Estado de Derecho ha vencido a los totalitarios que asesinaban con objetivos políticos. Pero la realidad es que antes en tierras vascongadas a la gente la mataban por pensar diferente y ahora por pensar diferente unas veces te acosan, como el día de la irrupción de VOX en tierras andaluzas (ver la fotografía anterior de aquel día en Granada) y otras veces te agreden, como le ocurrió hace un par de semanas, en tierras murcianas, al hijo de un vocal de VOX

Así que el Estado de Derecho ni está ni se le espera para defendernos a quienes no pensamos como los totalitarios. Especialmente a quienes no piensan como los separatistas en tierras catalanas y vascas, así como a quienes no no pensamos como los comunistas en el resto de España.








Decía Platón que el precio de desentenderse de la política es ser gobernado por los peores hombres. Y lo cierto es que el actual presidente del gobierno en funciones parece dispuesto a superar a sus dos antecesores al aceptar para asegurar su investidura una negociación política bilateral y extraparlamentaria entre el Gobierno de España y los totalitarios golpistas del "Govern de la Generalitat de Catalunya".

Sin embargo, muchos españoles aún creen que a ellos no les pasará nada porque "no se meten en política" o porque "son moderados". Aún no ven que, parafraseando a Rosa Luxemburgo, no sienten las cadenas porque no se mueven. 

Muévanse. Les invito a moverse. Ábranse una cuenta en Twitterdigan lo que piensan de todo esto. Ejerzan su derecho a expresar sus ideas y opiniones. Así se familiarizarán con la creciente influencia de la manipulación y la mentira, tan bien alimentadas por los medios de comunicación mayoritarios (ver el hilo de tuits incluido en la imagen anterior). Una manipulación y mentira que son la antesala de la violencia. Una violencia que siempre utilizan los totalitarios para dominar la sociedad totalmente. Sí, como los nazis hicieron en la Alemania de Hitler. Como los comunistas en la Rusia de Stalin. Porque eso es lo que se encontrarán por muy moderados que sean ustedes y sus comentarios. Porque eso es lo que se nos viene encima.










¿Qué hacer ante una situación tan difícil y amenazante?

Siempre se puede aparentar que no es para tanto. Mantener la calma y esperar a ver si la situación mejora. Aunque debe saber que hace dos años casi nadie hablaba de totalitarismo en España y ahora,  sin embargo, puede mirar por aquí... 

En cualquier caso, ante situaciones difíciles y amenazantes, es muy aconsejable acudir a los que saben

En primer lugar les invito a escuchar a Viktor Frankl. El célebre psiquiatra nació en Viena el 26 de marzo de 1905. En 1930 logró su doctorado en medicina y comenzó a trabajar tratando a mujeres que habían intentado suicidarse. Ocho años más tarde, cuando los nazis llegaban al poder, obtuvo el cargo de Jefe del Departamento de Neurología del Hospital Rothschild, el único hospital judío en los tempranos años del nazismo.

Fue en ese hospital en donde, ayudado por su colega y amigo, el Dr. Pötzl, se opuso a la ley de eutanasia dictada por los nazis y salvó muchas vidas alterando los diagnósticos de enfermos psiquiátricos.

A pesar de que muchos de sus colegas y amigos emigraban ante la amenaza nazi y de que él mismo tuvo la posibilidad de huir con su esposa a los Estados Unidos, decidió no abandonar a sus ancianos padres, a sus pacientes y a sus amigos.

Así en septiembre de 1942 fue 
deportado, al igual que su esposa y sus padres, al campo de concentración de Theresienstadt, cerca de Praga.

Entre 1942 y 1945 estuvo en cuatro campos de concentración, incluido Auschwitz, en los que conoció muy de cerca el hambre, el dolor, la humillación, la enfermedad, la crueldad, el horror… L
ogró sobrevivir, al contrario que su mujer, sus padres, hermano, cuñada, otros familiares, colegas y amigos.

Viktor Frankl escribió "El hombre en busca de sentido", así como 38 libros más sobre análisis existencial y logoterapia que han sido traducidos a 45 idiomas. Obtuvo 29 Doctorados Honoris Causa en distintas universidades del mundo.











Y en segundo lugar, les invito a leer la cita incluida en la imagen anterior. Es de Hannah Arendt, la filósofa judía y agnóstica, una de las pensadoras políticas más influyentes del siglo pasado. Ella perteneció a una generación marcada por las dos guerras mundiales. En su Alemania natal fue perseguida por ser judía. Tras un breve encarcelamiento en 1933 decidió refugiarse en París. Allí trabajó en organizaciones que ayudaban a otros refugiados judíos a emigrar a Palestina. En 1940 se trasladó a EE.UU. donde residió el resto de su vida. El régimen nazi le retiró la nacionalidad alemana en 1937, por lo que fue apátrida durante 13 años hasta que consiguió la estadounidense en 1951, año en el que publicó "Los orígenes del totalitarismo"

Dio clases en universidades de California, Chicago, Columbia y Princeton. Impartió conferencias por todo el mundo. Fue también profesora de escuela superior y periodista. Publicó importantes obras sobre filosofía política pero siempre rechazó ser clasificada como 'filósofa' o 'filósofa política'. Definió sus publicaciones como "teoría política al servicio a la Humanidad". Y es que Arendt, una mujer de acción, estaba convencida de que "aún en los tiempos más oscuros tenemos derecho a esperar cierta iluminación", una luz que, más que de las grandes teorías, proviene de las grandes personas, de sus actos, de la ejemplaridad de sus vidas. 

Viktor Frankl y Hannah Arendt, cada uno desde perspectivas diferentes, aunque complementarias, analizaron el totalitarismo. Sus orígenes y sus consecuencias. Su prevención y su protección. Les invito a ser inteligentes aprendiendo de sus experiencias.








Porque los totalitarios, antes y ahora, no se sienten afectados ante ningún argumento, por más racional y certero que sea. Porque la fuerza de su propaganda depende exclusivamente del poder de su organización y de la oportunidad de su acción. Y de la violencia que es siempre una demostración de poder. Especialmente cuando queda impune como estos días atrás en Barcelona.

¿Hasta cuando tendremos que soportar esto? Hasta que nos enfrentemos al reto de cambiar nosotros mismos. Hasta que seamos más fuertes o mejores. 










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