16 abril 2021

La bandera de la niña sin nación

 


"La calamidad que ha sobrevenido a un creciente número de personas no ha consistido en la pérdida de derechos específicos sino en la pérdida de una comunidad que quiera y pueda garantizar cualesquiera derechos"

Hannah Arendt 1951 'Los orígenes del totalitarismo'





Una bandera española y tres ¡Viva España! 

El símbolo de nuestro Estado-Nación y las exclamaciones patrióticas fueron los dibujos con los que Rocío, una niña de 10 años, ilustró su trabajo de fin del curso 2018-2019 en la clase de 4ºB de primaria del colegio público Font de l'Alba de Tarrasa, adscrito al Departamento de Educación de la Generalidad de Cataluña

Ese mismo día, el 17 de junio de 2019, Rocío ingresó en el Hospital de Tarrasa con dolor en la espalda. El informe de urgencias señaló lo siguiente: 

"Refiere que la profesora (...) al verlo le ha gritado, la ha cogido por la camiseta y al hacerlo la niña ha caído contra el suelo golpeándose en la espalda y posteriormente la ha cogido por el cuello para sacarla de clase."  


Un posterior informe psicológico señaló que: 

"A raíz de estos hechos, presenta ansiedad, labilidad emocional, sentimiento de indefensión e impotencia, de hostilidad, de rabia, trastornos del sueño y dolor emocional, entre otras secuelas." 







Miriam Ferrer Martin, la profesora tutora que discriminó violentamente a Rocío, y su marido en Costa Pubilla delante de una estelada 

Miriam Ferrer Martin participando en la Vía catalana hacia la independencia 






Así informó La Vanguardia dos días después. Y eso preguntó. 



Diapositiva de Francisco Oya de Profesores por el Bilingïsmo






 



Esta es la sede de los Servicios Territoriales del Vallés Occidental cuyo responsable es Jesús Viñas












Cinco días después, el 21 de junio, a pocos días de las vacaciones escolares, el Departamento de Enseñanza de la Generalidad de Cataluña reconoció que la profesora rompió el trabajo de la niña delante de sus compañeros de clase y que la castigó dejándola sola en el pasillo. Sin embargo, afirmó que a lo sumo podría ser sancionada con una falta leve, descartando la motivación ideológica en su actuación pese a que Miriam Ferrer milita en Omnium Cultural, simpatiza con el Moviment Republicá Catalá e imparte clase luciendo el lazo amarillo

Un día más tarde, el eurodiputado Jordi Cañas anunció que desde Cs denunciarán en el Parlamento europeo la violación de los derechos civiles de los alumnos en Cataluña y al Govern de la Generalidad por su estrategia de adoctrinamiento y permisividad cómplice.  

Ese mismo día, la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) publicó un comunicado en el que calificó la actitud de la profesora de hispanófoba y censuró que se descarte su componente ideológico.


David Aguinaga, el regidor de Cs en el Ayuntamiento de Tarrasa, señaló en un pleno del Ayuntamiento de Tarrasa la normalización de la hispanofobia en Cataluña como origen de estos hechos. Y recordó que la familia de Rocío acudió a él y no a los Servicios Territoriales porque "allí estaba Jesús Viñas que tiene la sede llena de lazos amarillos". 

Javier Villamor, a través de Hazte Oír, denunció el totalitarismo separatista catalán en la sede del Consejo de DDHH de la ONU en Ginebra y, en concreto, el adoctrinamiento en las escuelas. 

Seis meses después, la directora del colegio reconoció que, pese a sus advertencias, la profesora sigue llevando el lazo amarillo

Lo que veo es que, siendo muy grave que la Generalidad de Cataluña menoscabe la igualdad de los españoles ante la ley contemplada en el artículo 14 de la Constitución española (con el silencio cómplice del alcalde de Tarrasa que unos días antes había llegado a un acuerdo de gobierno "progresista" con ERC), lo más grave es que lo haga con la complicidad de la ministra de Educación del gobierno de España que, tres meses después, y en el Congreso de los diputados, dijo

"Protegemos los derechos de todos los niños. Los de las escuelas catalanas al igual que los del resto de España"   


Y lo que veo también extremadamente grave es que hace un mes, el juez Jesús Iglesias Mejuto calificó de "actitud de menosprecio" ¡la de la niña!, omitió cualquier tipo de calificación sobre la actitud de la profesora, dictó el sobreseimiento de la causa al no apreciar ningún delito de odio o contra la integridad moral y valoró los hechos denunciados por la familia como un "delito leve de lesiones o maltrato de obra" ya que, según su señoría, 

"no puede imputarse de forma objetiva y de relación causa/efecto a la actuación de la investigada que recoge el informe psicológico"


Porque existen otros hechos relevantes que el Sr. Juez omite. Desconozco si entre ellos están los "matices" (reconocidos por su señoría) del relato de la niña respecto a los hechos probados señalados en el auto (el relato de la profesora sí coincide con los mismos). Lo que sí sé es que el colegio, en su "proyecto lingüístico hacia un modelo de educación plurilingüe e intercultural" desprecia el español pese a que, cínicamente, en su definición institucional dice priorizar valores como "la atención a la diversidad" de acuerdo con el artículo 21.2g de la Ley 12/2009 de Educación de Cataluña que establece como derecho del alumno el de 

"Disfrutar de una convivencia respetuosa y pacífica, con el estímulo permanente de hábitos de diálogo y de cooperación"


Un cinismo totalitario que también se refleja en un hecho extraordinariamente relevante como es su carta de compromisos educativos. Y en concreto, en el nº 3 que contempla

"Respetar las convicciones religiosas, morales e ideológicas de la familia y del alumno o alumna si no entran en conflicto con los derechos humanos y / o civiles"   



En definitiva, lo que veo es que ese cínico compromiso educativo, promovido y refrendado por el Departamento de Enseñanza, le permite calificar como falta leve el comportamiento irrespetuoso de la profesora. Porque para la Generalidad de Cataluña la autodeterminación es un derecho civil y la bandera de España dibujada por una niña entra en conflicto con ese "derecho civil". Por eso una profesora puede discriminar violentamente a esa niña y seguir en su puesto. Porque cumple con un compromiso educativo de un colegio de la Generalidad.

Pero si ya es muy grave que los totalitarios separatistas en Cataluña discriminen con violencia por razón de opinión, cuando se lo hacen impunemente a una niña de 10 años, en un colegio público de la Generalidad, con el silencio y la inacción del centro, del AMPA, del Ayuntamiento, de la Generalidad, del Gobierno de España y de la Justicia, entonces, esa niña no tiene una nación que garantice sus derechos. Ni siquiera el derecho a dibujar en el colegio su bandera













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