13 diciembre 2020

El silencio de los corderos


"Sin ovejas dispuestas a ser esquiladas o degolladas, no habría esquiladores ni lobos carniceros" 

Arturo Pérez-Reverte



Clarice Starling era una niña cuando se despertó aquella noche en el rancho de sus tíos al oír los gritos de los corderos e intentó infructuosamente salvarlos de la muerte. Si usted ha visto la película recordará la historia, a Hannibal Lecter escuchándola en aquella escena de "El silencio de los corderos" y a Clarice reconociéndole a Hannibal que todavía sigue despertándose en medio de la noche con los chillidos de los corderos... 



 


Me ha venido a la memoria esa historia de Clarice Starling porque después de casi ocho años y cerca de 60.000 tuits publicados he empezado a despertarme por las noches pensando en ovejas y lobos

Así que tengo que dejar de recordar incesantemente para mantener la cordura. Vamos que ha llegado la hora de seguir mi camino lejos de Twitter. 

Ha sido un placer y un honor tener seguidores como Rosa Díez, Luis del Pino y Santiago Abascal. Quiero agradecer especialmente a Don Luis sus generosas interacciones, a Don Carlos Martínez Gorriarán sus interesantes respuestas y a Don Ramón de Veciana su apoyo sincero. Y, por supuesto, quiero dar las gracias a mis casi 2.800 seguidores por soportar mis obsesiones, mis exigencias y hasta mis impertinencias.

En cualquier caso, sepa usted que, si lo desea, aún podrá seguir soportándome a través de este blog. Porque para permanecer cuerdo también necesito compartir lo que veo en el camino. Aunque sólo sea el silencio de los corderos.