"Aquellos que cederían la libertad esencial para adquirir una pequeña seguridad temporal, no merecen ni libertad ni seguridad"
Benjamin Franklin
El 11 de noviembre del 2020, Otegi, el líder de EH Bildu anunció la disposición de su partido a votar sí a los Presupuestos Generales del Estado a cambio de "blindar determinados aspectos" relativos a "la política penitenciaria, los derechos sociales y económicos y el modelo territorial".
Unos minutos después, Iglesias, el entonces vicepresidente segundo del gobierno de España, publicó un tuit en el que se felicitó por la "buena noticia", afirmó que "el bloque de la investidura se refuerza" y prenunció que "será de legislatura y de dirección del Estado".
Al día siguiente, Rodríguez, el secretario general de Sortu y parlamentario de Bildu, reconoció en el Parlamento vasco su objetivo de "tumbar el régimen".
Diez días después, Sánchez, el presidente del gobierno de España, manifestó en relación a su pacto con EH Bildu para los Presupuestos Generales del Estado, tan innecesario para la aprobación de los presupuestos como los cinco votos "abertzales", que las siglas que le importan son "las de PGE".
Abascal, el líder de VOX, afirmó tres días más tarde que estamos ante un proceso de ruptura del orden constitucional y de la Nación que inició Zapatero en 2003 con Otegi, que el líder de EH Bildu continúa ahora con Sánchez y que tiene como objetivo un cambio de régimen.
Y Feijóo, cinco días después de ser nombrado presidente del PP en sustitución de Casado, se ha reunido con Sánchez en La Moncloa y ha declarado en relación a la renovación del Consejo General del Poder Judicial que "vamos a retomar las conversaciones y lo vamos a hacer rápido".
O sea que Feijóo ha pactado negociar la composición del órgano de gobierno de los jueces con el que pactó determinados aspectos sobre los presos de ETA y sobre el modelo territorial de España con quienes siguen sin condenar el asesinato de Miguel Ángel Blanco y, por tanto, siguen "legitimando la violencia para cambiar la voluntad popular".
Y Feijóo, tres meses después de ser elegido presidente del PP, en el 25 aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco, en Ermua, aceptó a los filoETArras de Bildu en las instituciones.
O sea que Feijóo ha aceptado no aplicar la ley de partidos a Bildu, tal y como el PSOE pactó con ETA.
O sea que Feijóo, como Casado, no rompe la cadena de ETA.
@NunezFeijoo tres meses después de ser elegido presidente del PP, en el 25 aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco, en Ermua, aceptó que no se le aplique la ley de partidos a Bildu, tal y como Zapatero acordó con ETA.
— Lo que veo en el camino 🇪🇸 (@loqveoenlcamino) December 18, 2022
Acordar y aceptar es lo que hacen #LosCómplicesDeETA pic.twitter.com/QPdXOSCoN1
NOTA: El día 27/01/2023 se introduce el penúltimo párrafo y el último tuit.
