22 enero 2023

Buscando a la mayoría de los españoles



"Nada hay en el mundo tan común como la ignorancia y los charlatanes"

Cleóbulo de Lindos
 



Sólo he visto dos veces a la mayoría de los españoles. 

La primera fue durante las horas que acompañaron a aquella dramática tarde de verano, hace 25 años, en la que Txapote asesinó a Miguel Ángel Blanco.






Una gran parte de esa mayoría, un millón y medio de españolesmarchó por Madrid tras una pancarta con el lema "PAZ, UNIDAD Y LIBERTAD". La sostenían José María Aznar, el presidente del gobierno de España, los expresidentes Suárez, Calvo Sotelo y González, así como el lehendakari Ardanza y el consejero de interior Atutxa. Entre otros, también estaban Iturgáiz, Almunia y Anguita.










De alguna forma, aquel día, en la Puerta del Solcon Victoria Prego, también escuchamos a la mayoría de los españoles. 


"Hemos venido aquí porque estamos desolados y nos sentimos airados. Desolados por todo lo que hemos padecido en los últimos días, por todo lo que está padeciendo la familia de Miguel Ángel Blanco, por todo lo que les queda por sufrir a sus padres, a su hermana, a su novia, a sus amigos, a sus vecinos, a sus compañeros de trabajo, a sus paisanos y a todos y cada uno de sus compatriotas. Estamos airados por el recuerdo del crimen cometido y por la forma inicua en que se ha escenificado tanta maldad, ese crimen cometido contra un joven concejal del PP en Ermua que no se va a borrar de la memoria colectiva de este pueblo.

Venimos por eso desolados y airados. Pero también por la memoria oscura de más de 20 años de democracia que ni en un solo instante ha dejado de estar azotada por los crímenes terroristas. Porque no tenemos que olvidar, aunque hoy tengamos tan hondamente presente a Miguel Ángel Blanco, asesinado ayer por ETA, que antes que él han muerto ya 815 personas. Todos ellos, todos los que han muerto antes que Miguel Ángel Blanco, que es el último, eran gente de paz. Para ellos también, además de para Miguel Ángel Blanco, para ellos y para sus familias, nuestro recuerdo y nuestro abrazo. Y estamos desolados porque la experiencia, que aquí en Madrid nos ha desgarrado tantas veces, la experiencia nos dice que puede que ésta no sea la última infamia que tengamos que padecer. 

Sin embargo, a pesar del estupor, de la ira y de la pena, creo que todos nosotros, los madrileños que estamos juntos y unidos ahora mismo en la Puerta del Sol y el resto de los españoles que han hecho lo mismo o que van a hacer lo mismo en España entera dentro de unos minutos, a pesar de ese dolor y de esa certeza intolerable de que unos pocos han pretendido humillar y someter a todo un pueblo, creo que percibimos también que éste puede ser un día enorme, un gran día para la historia de España. 

Hoy es un día importante, creo yo, porque todos los ciudadanos y todos los partidos políticos democráticos, todos los españoles, junto con nuestros líderes políticos, nos hemos colocado unidos juntos, profundamente unidos, detrás del pueblo vasco, apoyando firmísimamente su rebelión contra el terror. Es el pueblo vasco, en una acción que podría yo calificar hasta de heroica, el que acaba de romper las ataduras, el que se ha arrancado el esparadrapo de la boca y ha hablado muy alto, muy claro, muy firme y con una sola voz. 

«Hasta aquí hemos llegado», han dicho. Hasta aquí hemos llegado y de aquí en adelante, sin un solo paso atrás, vamos a recuperar para Euskadi el terreno que nos pertenece, el terreno de la convivencia en paz, en unidad frente a los asesinos, en libertad, el terreno de la democracia. Basta ya, ¡basta ya! ha dicho el pueblo vasco. Y, detrás de él, todos los españoles han compartido este grito. Y ya ha bastado porque a partir de ahora muchas cosas van a dejar de ser posibles. Por eso éste es un gran día. 

Ya no va a ser posible que los asesinos y quienes les encubren se permitan hablar de HB, que significa «pueblo unido». Porque el pueblo se ha unido, efectivamente, pero se ha unido justamente contra quienes se agrupan bajo ese nombre cuyo significado real manchan todos los días. Tampoco va a ser posible que los asesinos hablen de la patria vasca y libertad, que es lo que significan las siglas de ETA, porque la patria vasca y la libertad, la única Euskadi libre, es la que anteayer, y ayer, y hoy, y mañana, y ya siempre defiende el pueblo vasco frente a sus verdugos. La Euskadi libre es la Euskadi de los vascos demócratas, la Euskadi libre es la Euskadi nuestra, la que vive en democracia y en paz y la que llama escuetamente asesinos a quienes son asesinos sin más porque no tienen ni pueden tener otro nombre. Así que les vamos a arrebatar el lenguaje, les vamos a arrebatar las siglas, y el pueblo vasco les va a arrebatar, les ha arrebatado ya, la calle, ese ámbito de convivencia que se había convertido por obra y gracia del terror en un territorio sometido. 

La calle, de nuevo, pertenece al pueblo vasco porque se había convertido en un territorio sometido en el que los vascos y, con ellos, todos nosotros éramos vejados todos los días solamente por tener que administrar con prudencia en el País Vasco las opiniones políticas vertidas en público, sólo por tener que pasar deprisa delante de ciertos locales, sólo por tener que guardar silencio en las manifestaciones de protesta, un silencio que distinguiera a los demócratas del grito y de la arrogancia cerril de los asesinos y de quienes les apoyan, con sólo tener que aceptar que sus policías se vieran obligados a preservar el orden público con la cara cubierta por una capucha. Pero eso se ha terminado. 

A lo largo de estos años, 816 personas, vascas y no vascas, han sido asesinadas. Pero si en algún instante pudiera tener sentido decir que todas esas muertes, y especialmente la última, que por eso es la más dolorosa, la de Miguel Ángel, no han sido en vano, ese momento es éste. Porque las cosas han dado un vuelco radical. 

Y como las cosas pueden haber dado ya un vuelco radical, que puede ser histórico, tiene sentido que yo os diga lo que ahora os voy a decir: 

Con la paz y con la palabra, pero también con la ley, con la paz y con la palabra, ¡A POR ELLOS! Desde el respeto a la vida, desde la más profunda de las convicciones democráticas, desde la más firme defensa de la convivencia pacífica: A POR ELLOS, con la paz y la palabra. Porque somos infinitamente más y, sobre todo, porque somos infinitamente mejores, A POR ELLOS, porque ¡BASTA YA!"











 





A un km de Sol, en Cibeles, 
se manifestaron ayer decenas de miles de españoles. 

Los motivos no son tan evidentes ni tan dramáticos como los de hace 25 años, pero tampoco menos peligrosos. Porque si durante aquellos días de julio de 1997 el gobierno de Aznar se tuvo que mantener firme ante la amenaza y el chantaje terrorista, hoy los compañeros de partido de esos terroristas no sólo están en las instituciones sino que además participan de la dirección del Estado como en su día reconoció el vicepresidente segundo del Gobierno de Sánchez.

Y esa es una de las razones por la que ayer los españoles estábamos convocados a Cibeles "en defensa de la Constitución, de nuestras instituciones y de una España de ciudadanos libres e iguales en derechos, unida y próspera".







"Ya no va a ser posible que los asesinos y quienes les encubren se permitan hablar de HB, que significa «pueblo unido». Porque el pueblo se ha unido, efectivamente, pero se ha unido justamente contra quienes se agrupan bajo ese nombre cuyo significado real manchan todos los días."

Prego dijo que los españoles nos habíamos unido para deslegitimar a HB (Herri Batasuna), los encubridores de los asesinos de Miguel Ángel Blanco. Pero la triste realidad es que 25 años después están en las instituciones









Este año, mientras crecen el deterioro de la democracia, el debilitamiento del Estado y la erosión de las instituciones, hay elecciones en España y los líderes de los tres partidos más votados buscarán a la mayoría de los españoles. 





21/01/2023 Cerca de 200.000 personas abarrotan Cibeles para decir "basta" a Pedro Sánchez



Yo seguiré buscando a la mayoría de los españoles entre los que apoyan el manifiesto, los que quieren a los filoETArras fuera de las instituciones y los que pretenden seguir ejerciendo el derecho a decidir el futuro de España

Abascal también. Por eso fue ayer a Cibeles

El camino hablará. 

Los españoles nunca nos rendimos. 

Por cierto, volví a ver a la mayoría de los españoles otro verano: el de 2010. 










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