12 abril 2020

El abismo del totalitarismo en España


"No se trata de ganar la guerra sino de que esta sea constante. Una sociedad jerarquizada sólo es posible si se basa en la pobreza y en la ignorancia."

George Orwell






Teoría política al servicio de la Humanidad. Así definió su obra Hannah Arendt, la pensadora judía y agnóstica nacida en la Alemania de entreguerras. 

Hace tres años cayó en mis manos 'Los orígenes del totalitarismo', su primer libro. Aunque lo terminó de escribir en 1949, más de cuatro años después de la derrota de la Alemania de Hitler y a menos de cuatro de la muerte de Stalin, acabó siendo publicado durante 1951 en Estados Unidos, el país en el que Arendt se exilió huyendo del nazismo. Fue una lectura doblemente reveladora. Descubrí coherencia, autenticidad y búsqueda de la verdad. Y vi cómo mis análisis más inquietantes sobre la realidad española se reflejaban, uno tras otro, en su deslumbrante obra maestra. 

Así que, insuflado del espíritu de Arendt ("Aun en los tiempos más oscuros tenemos derecho a esperar cierta iluminación"escribí "Totalitarismo en España", un artículo (dedicado a quien me animó a escribirlo) con el que me propuse lograr una finalidad difícil pero barata y buena: escarmentar en cabeza ajena. Desconozco si alguien escarmentó tras su lectura. Lo que sí sé es que, a día de hoy, la difusión del artículo, 'entrada destacada' del blog desde su publicación, es muy escasa: apenas 1.550 visualizaciones.

En cualquier caso, esa limitada repercusión del artículo era inevitable. Mientras lo escribía vislumbré algo que después comprobé: si ya es difícil trasladar el concepto de totalitarismo desarrollado en el libro, mucho más complicado aún es transmitir su idea final de que "...como potencialidad y como peligro siempre presente, es muy probable que permanezca con nosotros a partir de ahora...". 

















Sin embargo, gracias a la tozuda realidad, tres años después de la publicación del artículo y con la perspectiva que nos da la evolución de la situación política, es más fácil comprobar cómo se ha revelado la potencialidad y la presencia del peligro totalitario. Pueden hacerlo en este artículo o en los tuits con el hashtag "Totalitarismo en España"

Tanto es así que hoy la realidad tozuda de la presencia de la potencialidad y del peligro totalitario se evidencia hasta en el mismísimo gobierno de España después de la investidura de Pedro Sánchez como presidente con el apoyo de totalitarios (comunistas, separatistas y herederos de ETA) y la designación como vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales de Pablo Iglesias, ese admirador de Hugo Chávezal que calificó de "demócrata" con "agallas" en un homenaje al dictador venezolano, tal y como se puede ver en el primero de los tres vídeos anteriores.

Por tanto, la tozuda (aunque en este caso aún oculta) realidad es que cuando Iglesias habló en diciembre de "democratizar la economía" durante la cumbre del clima de Madrid (ver el segundo vídeo de los anteriores), hablaba realmente de comunismo chavista. 

La misma tozuda realidad que el pasado lunes ocultó de nuevo durante su entrevista en directo, ya como vicepresidente segundo del Gobierno de España, en el telediario de las nueve de la noche de Televisión Española cuando afirmó que "este gobierno, en esta crisis, va a hacer que nadie se quede atrás"

Porque detrás de ese impostado mensaje de paternalismo populista esconde su voluntad de crear pobreza subsidiada y, lo más cínico e inhumano, ignora a decenas de miles de españoles que ya se han quedado atrás: los muertos por el COVID-19 a causa de la inacción del gobierno por su decisión de mantener su agenda política del 8M

En fin, la cruda y tozuda realidad, oculta en España, visible en Venezuela, es que los totalitarios mienten a su pueblo para venderle los subsidios de la dependencia y la sumisión con los que alcanzar su objetivo final: la dominación total de la sociedad.









En estos tiempos en los que la realidad nos enfrenta a situaciones tan sorprendentes, ofensivas, indignantes y dolorosas no nos queda otra opción que ser fuertes y valientes para seguir adelante de la única forma posible: mirando a la cruda realidad, tozudamente, de frente. 

Sí, tenemos que mirar de frente a la realidad porque es lo único que nos permite seguir siendo libres para poder cambiarla. Sí, la realidad es la verdad que nos hace libres. Y rechazar la amarga realidad es aceptar la dulce mentira, es someterse a la esclavitud. 









































Por todo lo anterior creo necesario señalar que esta semana la realidad tozuda de la sesión parlamentaria celebrada el jueves santo en el Congreso de los diputados es que, de los cinco partidos mayoritarios que suman el 76,7 % de los votos en las últimas elecciones generales, VOX fue el único que votó no a la solicitud de prórroga del estado de alarma solicitada por este gobierno mentiroso, negligente e inmoral que nos lleva al abismo del totalitarismo.











Lo que veo es que la pandemia está sacando lo mejor y lo peor de España. Y que el peor gobierno en el peor momento se aleja del interés general y nos acerca al abismo del totalitarismo. Y que esto sólo lo para el pueblo español. Y que ha de ser ahora. Antes de que nos roben más vidas y más libertad. Antes de que necesitemos ríos de nuestra propia sangre para recuperar la libertad. 







España se consolida como el país con más muertos de Covid-19 por millón de habitantes























Hagamos que la realidad tozuda de los españoles deje de ser la de un pueblo sumiso que se limita a aplaudir a sus héroes como si no fueran víctimas de la negligencia, las mentiras y la falta de moralidad del gobierno. 

Quitémonos de encima a mentirosos, traidores y ladrones de vida y libertad.

Seamos de nuevo un pueblo en pie


¡¡¡¡NO MÁS MENTIRAS!!!! ¡¡¡¡NO MÁS TRAICIONES!!!! 


Y los políticos que puedan decir la verdad y ser leales a su pueblo que nos sigan.







  










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