05 abril 2020

Lo de este gobierno no tiene nombre





















“Sólo un pueblo virtuoso es capaz de vivir en libertad. A medida que las naciones se hacen corruptas y viciosas, aumenta su necesidad de amos.”  Benjamin Franklin





A veces pronunciamos palabras que nos siguen rondando la cabeza durante mucho tiempo. Es lo que me ocurre desde la segunda semana de marzo cuando, en el ámbito de una discusión con un amigo que justificaba las manifestaciones del 8M alegando que lo del COVID-19 no iba a ser mucho más que una gripe, le espeté: "Lo de este gobierno no tiene nombre"

Cualquiera puede equivocarse en el análisis de una situación por falta de información o debido a razonamientos erróneos. Pero otra cosa muy diferente es mentir. Y peor aún manipular a un país entero ocultando a la gente el peligro real de una epidemia con el fin de mantener una agenda política que culminaba con cientos de miles de personas en las calles










Porque la inacción del gobierno antes del 8M fue una decisión política aparejada a un engaño que provocó nuevas mentiras y, lo peor de todo, miles de muertos.

Y es que el gobierno, si hubiera tenido una voluntad real de servicio al interés general, podría haber tomado decisiones correctas, cuando aún estaba a tiempo de tomarlas, obteniendo un resultado adecuado. Como en Singapur. Como en la República Checa. Y como en Corea del Sur cuyos principales datos en comparación con España, el país con más muertes por habitante, se pueden comprobar en la imagen inicial.

Más local pero también más cercana es la ejemplar estrategia adoptada en dos residencias de ancianos de Polinyá, un pueblo de la comarca del Vallés occidental, cerca de Barcelona, que ha tenido como resultado cero contagios. 

Finalmente, es de justicia recordar a los sanitarios, en representación de otros profesionales especialmente expuestos al COVID-19 (miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, militares, protección civil, trabajadores de supermercados, etc) porque sufren en sus propias carnes la tremenda contradicción de vivir en un país con uno de los mejores sistemas sanitarios y, al mismo tiempo, con el mayor número de profesionales de la sanidad contagiados del mundo. Por eso traigo aquí el Comunicado de los Consejos Generales de Dentistas, Enfermeros, Farmacéuticos, Médicos y Veterinarios, ante la pandemia del COVID-19 y, especialmente, su último párrafo:  

"Necesitamos medidas eficaces, efectivas y eficientes para poder vencer a la Pandemia del COVID-19, necesitamos una dirección firme y confiable. Por eso hemos demandado con insistencia que las autoridades sanitarias cuenten con el compromiso y la colaboración de las profesiones que representamos. Juntos lograremos los objetivos. Ni un día más con un profesional sanitario infectado o en riesgo de contagio por no tener medios de protección."


Y a todo lo anterior hay que añadir la evaluación de las consecuencias económicas, de las consecuencias jurídicas y de las consecuencias políticas y sociales de decisiones como las restricciones a la libertad de información.  

En fin, que espero que todos los españoles libres y decentes que lo deseen sigan aplaudiendo a los sanitarios a las 20 horas pero, además, tengo la esperanza de que, también todos, despertemos y nos sumemos a la cacerolada de las 21 horas porque, queridos compatriotas, lo de este gobierno no tiene nombre.













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