30 diciembre 2020

Aliento a los vascos

 



No creo que las palabras de los escritores pidiendo la paz en Euskadi y la salvaguardia de la democracia y de la Constitución sean atendidas por una banda terrorista cuyo desprecio por la vida humana y por las libertades del ciudadano están llenando de luto al País Vasco y a España entera. Pero me uno a las voces urgentes de Basta Ya, y lo hago sin pararme en consideraciones intelectuales, porque ahora no es el momento sobre cuál es el verdadero "problema vasco"  o cuál sería el "enemigo a destruir" por parte de los terroristas de ETA con sus actos de barbarie fundamentalista. 

Conozco la canción: banderas al viento, limpieza étnica, patrias soñadas o palpables, señas de identidad nacionales, ombliguismo, intolerancia, etc. No. De algún modo ya sabemos todo eso. 

Es hora de condenar con toda energía no solamente a ETA y a la sinrazón de las pistolas, sino también a los que de forma pública y manifiesta o bien en su fuero interno, todavía consideran y especulan acerca de las supuestas razones patrióticas del nacionalismo aberrante y totalitario de ETA. Es la hora de insistir en ello: nunca gozó Euskadi de mayores libertades y de mayor autonomía, y eso es precisamente lo que ETA quiere destruir mediante el terror. 

Quisiera, en esta hora difícil en que el totalitarismo de ETA mata demócratas, cuando se corre el riesgo de perder mucho de lo ganado desde el fin de la dictadura franquista, enviar un mensaje de aliento a todos los vascos que reniegan de un radicalismo nacionalista asesino. 



Artículo de Juan Marsé publicado en ABC el 24 de septiembre de 2000