05 septiembre 2022

Los cómplices de ETA

 



La verdad es que la democracia aún no ha vencido a ETA.  

Esta triste realidad es reconocida por El Mundo en el editorial Cuando 'Txapote' y Parot tienen premio"Lo que esperamos de una democracia es la derrota política y moral -no solo policial- del terrorismo".

No se trata, sin embargo, de una realidad nueva. Comenzó a hacerse evidente cuando, tras acordar Zapatero con ETA su "legalización" y la "legalización del referéndum de autodeterminación", de forma implícita lo reconoció en el vestíbulo del Congreso de los diputados con estas palabras: 

"El Gobierno entiende que los acuerdos entre las distintas formaciones políticas de Euskadi han de alcanzarse con el máximo consenso posible, respetando la pluralidad política de Euskadi, y en igualdad de oportunidades para todas las formaciones".  (...)

"El Gobierno respetará las decisiones de los ciudadanos vascos que adopten libremente, respetando las normas y procedimientos legales, los métodos democráticos, los derechos y libertades de los ciudadanos, y en ausencia de todo tipo de violencia y de coacción."










La triste realidad continuó forjándose nueve meses después de que Bildu fuera legalizado por el Tribunal Cosntitucional. Rajoy era presidente del Gobierno cuando PP y PSOE votaron en contra de la moción de UPyD para ilegalizar Bildu. Una moción que no sólo fue duramente criticada y rechazada por el PP, sino que además, lo fue de manera totalmente innecesaria al tener mayoría absoluta en el Congreso de los diputados.


El hecho es que el PP acordó con el PSOE, el PNV y CiU un pacto de Estado ante "el fin de ETA" cuyo punto 1 dice que "El anuncio del cese definitivo de la actividad terrorista de ETA (...) constituye la mejor evidencia de la victoria de la democracia sobre la organización terrorista ETA." 












Al día siguiente de "la declaración final de ETA al pueblo vasco" leída por Josu Ternera, Rajoy nos introdujo más en esta triste realidad después de afirmar otra vez que "la democracia española ha vencido a ETA." 










El 19 de abril de 2019, Otegi, el líder de Bildu que sigue sin condenar el asesinato de Miguel Ángel Blanco, se reunió en Ginebra (Suiza) con Marta Rovira, la secretaria general de ERC, y dijo que ERC y Bildu van a ser "determinantes".  

El 11 de noviembre de 2020, Otegi anuncia la disposición de su partido a votar sí a los Presupuestos Generales del Estado a cambio de "blindar determinados aspectos" relativos a "la política penitenciaria, los derechos sociales y económicos y el modelo territorial".

Unos minutos después, Iglesias, el vicepresidente segundo del gobierno de España, publicó un tuit en el que se felicitó por la "buena noticia", afirmó que "el bloque de la investidura se refuerza" y prenunció que "será de legislatura y de dirección del Estado".

Al día siguiente, Rodríguez, el secretario general de Sortu y parlamentario de Bildu, reconoció en el Parlamento vasco su objetivo de "tumbar el régimen".





Diez días después, Sánchez, el presidente del gobierno de España, manifestó en relación a su pacto con Bildu para los Presupuestos Generales del Estado, tan innecesario para la aprobación de los presupuestos como los cinco votos "abertzales", que las siglas que le importan son "las de PGE". 






Abascal, el líder de VOX, afirmó tres días más tarde que estamos ante un proceso de ruptura del orden constitucional y de la Nación que inició Zapatero en 2003 con Otegi, que el líder de Bildu continúa ahora con Sánchez y que tiene como objetivo un cambio de régimen.  

El 22 de octubre de 2020, al votar NO a la moción de censura de VOX contra el Gobierno de Sánchez e Iglesias, Pablo Casado, el entonces líder del PP, tomó otra innecesaria decisión que, según El País, "recupera al PP como partido de Estado" al día siguiente de que Bildu, PNV, ERC y PSOE firmaran un "Manifiesto en favor de la democracia" en el que se comprometen al "rechazo a cualquier tipo de apoyo a 'la extrema derecha', especialmente cuando afecte a la gobernabilidad de las instituciones, ya sea por activa o por pasiva."




  













"Nuestros representantes políticos del Gobierno de España y del País Vasco son cómplices de la estrategia de los asesinos que gobiernan España de una manera cada vez menos disimulada y se preparan para el asalto al Gobierno del País Vasco a plena luz del día."

Estas palabras fueron pronunciadas por José Antonio Ortega Lara el pasado 8 de julio durante una concentración convocada frente al Congreso de los diputados por NEOS, la plataforma impulsada por Jaime Mayor Oreja, exministro del Interior, a la que asistieron dirigentes de VOX como Santiago Abascal e Iván Espinosa de los Monteros, ex dirigentes del PP como Cayetana Álvarez de Toledo y un diputado de Cs. 







Al día siguiente sí, numerosos dirigentes del PP acompañaron a Alberto Núñez Feijóo, el actual líder del partido, y al expresidente José María Aznar en el homenaje a Miguel Ángel Blanco celebrado en Ermua. 

En dicho acto Feijóo se comprometió a derogar, "no solo con los votos del PP y de otros grupos, sino también con los del próximo Partido Socialista Obrero Español", la Ley de memoria democrática aprobada por el PSOE con el apoyo de Bildu. Y pronunció estas palabras:

"Quienes nos esforzamos por ser dignos herederos de Miguel Ángel Blanco defendemos el estado de Derecho que nos trajo la Transición y contra el que utilizaron el terror ETA y sus secuaces. Por eso aceptamos la anomalía de que los testaferros de aquel terrorismo se sienten en las instituciones que quisieron destruir sembrando el dolor y el horror."  







Lo que veo es que Otegi encontró los cómplices que buscaba. Que gracias a ellos el Tribunal Constitucional legalizó Bildu y Sortu. Que no existe mayor legitimación política para Otegi que, sin condenar la violencia de ETA, Bildu sea legal, que desde el partido que gobierna España les llamen patriotas y encima que desde el partido más votado de la oposición se acepte definitivamente su legalización.

Y lo que veo también, evidentemente, es que quien acuerda pactos de Estado con el PSOE y lo acepta incumpliendo un compromiso electoral es otro cómplice.

Lo que veo, finalmente, es que la traición de PSOE y PP tiene consecuencias graves y profundas en nuestra sociedad como la legitimación política de ETA. De esta forma ocurre que, como señala Iñaki Arteta (min. 34:30 del vídeo), para una gran mayoría de jóvenes españoles "Bildu es un partido normal".    

Y así observo con mayor preocupación aún que este peligroso cóctel de complicidad y legitimación crea las condiciones necesarias para que Otegi consiga "blindar determinados aspectos del modelo territorial". En otras palabras, para que Otegi consiga asegurar el camino al referéndum de la autodeterminación por la que ETA mató a más de 850 personas, terminando así de legitimar políticamente a ETA.

Porque Otegi necesita un cómplice más. Uno que desde "la oposición" facilite una composición del Tribunal Constitucional favorable a la "legalización del referéndum de autodeterminación". Y que asegure que el gobierno de España, sea quien sea su presidente, cumplirá la promesa de Zapatero a ETA de "respetar la decisión de los vascos".  









NOTA:
19/11/2022 Se inserta un tuit mío publicado hoy que incluye un vídeo con unas declaraciones de Otegi en 2019. Se incluye un vídeo de una entrevista a Iñaki Arteta. Y se modifica el texto de los cuatro últimos párrafos de la entrada. 

05/01/2024 Se sustituye el vídeo de la entrevista a Arteta por un tuit mío. 




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